1819. Enrique Faber, médico cirujano suizo, llega a Cuba para encontrar a su hijo secuestrado por una de sus tías. Frente a las ruinas de un cafetal, comprueba con horror que ambos han muerto en una revuelta de esclavos. Establecido en Baracoa, Enrique va comprendiendo paulatinamente la compleja y contradictoria sociedad cubana. Tres años después de su matrimonio con Juana de León queda al descubierto su verdadera identidad.