Fugitivos | Capitulo 5

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Acusado de un crimen que no cometió, Julián Duarte es condenado a 20 años de prisión por el asesinato de Camila, esposa de su mejor amigo Ricardo Pradilla. Mariana, su esposa lo abandona a su suerte pero su mayor dolor es no poder ver a su pequeño hijo Samuel, por quien sería capaz de dar la vida. Su caso cae en un limbo jurídico porque todas las pruebas lo condenan y la testigo presencial del crimen, ha desaparecido. Julian es recluido en la cárcel La Bendita, una singular prisión de mujeres y hombres, separados únicamente por un muro de rejas. Allí conoce a Esperanza, una mujer condenada a 20 años de prisión por asesinar a su esposo para proteger a su hija del abuso al que la sometía el padre. Unidos por el dolor y la tragedia surge entre los dos un amor apasionado, capaz de restaurar las heridas que llevan dentro. Ante la imposibilidad de un juicio justo y el inminente peligro de muerte en la prisión, Julián y Esperanza deciden fugarse, dispuestos a demostrar su inocencia. Pero la fuga no resulta como esperaban, Julián logra escaparse y Esperanza es recapturada. Julian busca, como le prometió a Esperanza, a su hija Micaela para entregarle un diario en el que ella le cuenta la verdad de por qué está en prisión. Entonces ellos deciden recorrer el país en busca de las pruebas que comprueben su inocencia.